Declaración de artista

Como artista, me interesa en mi obra sonora el uso de la voz humana y sus variadas dimensiones, que van desde la lingüística, el discurso, la oralidad, la literatura, hasta aspectos de subjetividad e implicaciones políticas.

En piezas como La Risa del Carnaval, busco, por medio del vínculo que tienen la literatura y la música a través del concepto polifonía, yuxtaponerlas a partir de la noción de carnaval desarrollada por el filósofo del lenguaje Mijaíl Bajtín. La pieza busca generar espacio fuera de la cotidianidad para crear una distorsión de la realidad que permita describir varios momentos donde figuran personajes ficticios con funciones catárticas.

Por otro lado, incluyendo también a la oralidad; en la pieza "Majekrah" para dos cantantes, danza butoh y electrónica, evoco la obra literaria Expediente H de Ismaíl Kadaré, para construir la atmósfera del personaje central en una especie de performance inmersivo donde interviene la danza, electrónica multicanal e improvisación en espacios cerrados.

En los años que llevo trabajando con la oralidad en la música tradicional mexicana y en los códigos lingüísticos que la representan, me he interesado en la musicalidad del habla por sí sola y me he preguntado cómo funciona morfológica, melódica y rítmicamente aislada de la música. Según Paul Lansky el oído, el habla y la canción no son mutuamente excluyentes: hay música en el habla y habla en la canción. Mucho de lo anterior se explora en Abyad, donde el tema es la combinación de elementos fonéticos de la palabra, partiendo de su funcionamiento como código lingüístico. Se establece una combinación de unidades fonéticas para formar significados y para mostrar cómo su relación es esencialmente arbitraria, ¿qué pasaría si encontramos una nueva relación con base en lo aleatorio, es decir, un nuevo orden decidido por lo computacional? ¿Cómo sonaría dicho experimento? La respuesta a esos cuestionamientos dieron como resultado la pieza algorítmica Abyad.